Una definición de uso común en círculos comerciales es: “Una empresa es un sistema que interacciona con su entorno materializando una idea, de forma planificada, dando satisfacción a demandas y deseos de clientes, a través de una actividad económica". Requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia, objetivos, tácticas y políticas de actuación. Se necesita de una visión previa y de una formulación y desarrollo estratégico de la empresa. Se debe partir de una buena definición de la misión. La planificación posterior está condicionada por dicha definición.
De acuerdo al Derecho internacional, la empresa es el conjunto de capital, administración y trabajo dedicados a satisfacer una necesidad en el mercado.[3]
Un diccionario legal de EE. UU. las define como: “an economic organization or activity; especially: a business organization” (una organización o actividad económica; especialmente una organización de negocios)[4]
Otra definición -con un sentido más académico y de uso general entre sociólogos- es: “Grupo social en el que a través de la administración de sus recursos, del capital y del trabajo, se producen bienes o servicios tendientes a la satisfacción de las necesidades de una comunidad. Conjunto de actividades humanas organizadas con el fin de producir bienes o servicios.”
Mas definiciones: “Una empresa es toda aquella forma organizada, por el cual uno o más individuos con una idea visualizada, entra en acción con el fin del logro de lo propuesto, adaptado a los resultados. Utilizando como filosofía de éxito el Diseño, Desarrollo y Dirección, con base en la planificación, proyección, organización, dirección y control de los recursos (humanos, financieros, materiales, tecnológicos, el conocimiento, etc.).
EMPRENDIMIENTO:
La palabra emprendimiento proviene del francés entrepreneur (pionero), y se refiere a la capacidad de una persona para hacer un esfuerzo adicional por alcanzar una meta u objetivo, siendo utilizada también para referirse a la persona que iniciaba una nueva empresa o proyecto, término que después fue aplicado a empresarios que fueron innovadores o agregaban valor a un producto o proceso ya existente
En conclusión, emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le permite emprender nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le permite avanzar un paso mas, ir mas allá de donde ya ha llegado. Es lo que hace que una persona esté insatisfecha con lo que es y lo que ha logrado, y como consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros.
10 pasos para crear una Empresa
Si necesitas conocer los pasos para crear una empresa te recomiendo que sigas leyendo:- Paso 1: ¿Qué es lo que se quiere hacer?
- Paso 2: ¿Quién va a formar parte del proyecto?
- Paso 3: ¿Cómo se va a implementar la idea?
- Paso 4: ¿Donde se va a establecer la empresa?
- Paso 5: ¿Cuándo vamos a comenzar a trabajar?
- Paso 6: ¿Con qué contamos para empezar?
- Paso 7: ¿Para qué queremos realizar el proyecto empresarial?
- Paso 8: ¿De qué forma vamos a crear el negocio para aprovechar la legalidad vigente?
- Paso 9: ¿A quién le vamos a vender nuestro producto o servicio?
- Paso 10: ¿Cuánto vamos a invertir en negocio y qué resultados vamos a obtener de él?
La explicación de los 10 pasos:
Paso 1: ¿Qué es lo que se quiere hacer?
Lo primero que se tiene que saber, a la hora de crear una empresa, es qué se quiere hacer, es decir, qué proyecto de negocio tenemos.A ello se suele llegar por dos caminos distintos:
Se nos ocurre una idea de negocio nueva, original, que no existe en el mercado, que nos va a llevar a abrir nuevos mercados, nuevas necesidades, etc; desarrollando un producto o servicio que ya existe y lo que hacemos es darle otro aire nuevo, otra forma de poder captar las necesidades que se habían creado pero que no han quedado satisfechas por alguna razón que nosotros hemos detectado y valorado como importante.
Paso 2: ¿Quién va a formar parte del proyecto?
En este punto es donde tenemos que definir cuales son los integrantes del proyecto. El proyecto lo podemos desarrollar con diferentes agentes:Los promotores del proyecto únicamente. Este sería el caso más lógico. La idea surge de una o varias personas que, en un momento determinado y por unas circunstancias determinadas, deciden emprender una aventura empresarial. Sería el caso de socios trabajadores.
Otra manera de crear empresa es ser socio capitalista, es decir, que el promotor tenga una idea y los recursos suficientes para crear una empresa pero carece completamente del compromiso del trabajo diario por lo que contrata tanto a directivos como a empleados para que lleven a cabo el negocio mientras que el promotor sólo participa económicamente de la misma.
Los promotores del proyecto más ayuda externa. Este sería el caso en el que el promotor/es tiene una idea pero carecen de recursos para poder llevarla a cabo. Esta carencia de recursos no tienen el porque ser únicamente monetarios también pueden ser de capacitación empresarial o de dominio de las características básicas de la idea. Es decir, podemos tener necesidades de socios capitalistas, de socios trabajadores que aporten además capital o, simplemente, de los recursos humanos capacitados para poder desempeñar eficientemente la actividad empresarial.
Paso 3: ¿Cómo se va a implementar la idea?
Aparece en este punto una de las características básicas de cualquier proyecto que se quiera emprender, tanto profesionalmente como personalmente.Es el momento de la planificación.
En este momento el emprendedor ha de concienciarse del sacrificio que va a suponer poner en marcha un proyecto y por eso ha de reflexionar de manera importante cómo va a desarrollarlo.
El plan de empresa es la herramienta fundamental para ello. En el plan de empresa, entre otras cosas que más tarde trataremos y que tienen que estar incluidas en él, tendrá que describir qué estrategias vamos a seguir para llevar a nuestra empresa hacia los objetivos que nos hayamos fijado. A este respecto son fundamentales las herramientas de marketing. Ellas serán las que guíen los pasos a tener en cuenta para que la empresa pueda tener el éxito esperado.
Paso 4: ¿Dónde se va a establecer la empresa?
Cuando ya sabemos qué queremos hacer, con quién lo vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer hay que decidir dónde vamos a desarrollar la idea empresarial.Este es un punto importante porque puede afectar en gran manera el éxito de la empresa.
Hay que tener en cuenta que la localización geográfica de la empresa nos puede traer una serie de ventajas que se pueden volver inconvenientes si erramos en la elección. Entre estas ventajas podemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
Hay que situarse cerca del potencial cliente.
Hay que tener una localización cercana a los recursos necesarios para el desarrollo de la actividad empresarial.
Si no acertáramos en cualquiera de los dos epígrafes anteriores tendríamos el peligro de correr con una serie de gastos (si pagamos los desplazamientos o transportes), o con una serie de menores ingresos (si cobramos por producto o servicio una menor cuantía de la debida), que podrían hacer peligrar el desarrollo futuro del proyecto.
Paso 5: ¿Cuándo vamos a comenzar a trabajar?
El momento en el que la empresa debe empezar la andadura es una decisión puramente estratégica.Hay factores que pueden hacer que tomemos una decisión u otra. Así habrá que tener en cuenta factores como podrían ser: el plazo en el pago de impuestos, esperar al momento en el que la estacionalidad de la actividad sea la más adecuada, etc.
En cuanto a los plazos para empezar a trabajar van a depender de las posibilidades con las que cuenten los promotores para comenzar la andadura del proyecto y, aunque es interesante marcarse plazos como objetivos empresariales así como para saber el grado de interés que se muestra al proyecto por parte de todos y cada uno de los promotores del mismo, cada proyecto requiere de un tiempo de planificación distinto.
Paso 6: ¿Con qué contamos para empezar?
Es hora de ver con qué recursos cuentan los promotores para empezar a trabajar. Los recursos que hay que tener en cuenta son de distintos tipos:Fundamentales resultan los recursos económicos con los que podemos hacer frente al inicio de la actividad y con los que ya podamos contar.
También interesante el conocer los recursos humanos necesarios para comenzar. En función del resultado que nos den los recursos del inicio variaremos o no nuestra planificación al respecto de los mismos.
Una red de contactos resulta algo fundamental en la sociedad actual. Esta red de contactos nos va a permitir conseguir diferentes contactos con proveedores de mayor o menor calidad (en función de nuestras necesidades) y, lo más difícil para una empresa que empieza, los primeros clientes. Por eso hay que contar con esa red o con los contactos suficientes para poder empezar a crearla.
Paso 7: ¿Para qué queremos realizar el proyecto empresarial?
La fijación de unos objetivos empresariales es necesaria. Sin ellos no se puede llevar a cabo dos de los procesos fundamentales en la función estratégica de la empresa, a saber, la planificación y el control.Gracias a la fijación de unos objetivos a corto, medio y largo plazo podemos marcar las diferentes estrategias a seguir. La planificación trata sobre eso, es decir, ver el cómo actuará estratégica y económicamente la empresa en el futuro, ya sea más o menos lejano ese futuro.
Por la otra parte el control hace saber si la empresa funciona como se ha planificado o no. La planificación viene marcada por unos objetivos que la fase de control tratará de vigilar para así poder actuar de forma correctora sobre las políticas estratégicas tomadas en la fase de planificación.
Paso 8: ¿De qué forma vamos a crear el negocio para aprovechar la legalidad vigente?
Hay que ver, una vez analizado el proyecto y nuestra capacitación para poder llevarlo a cabo, qué entorno legislativo afecta o puede afectar a la empresa.Así puede ser fundamental el llevar a cabo un estudio acerca de qué forma jurídica es la mejor para la actividad que realiza la empresa. Para ello hay que saber cuáles existen y cuales nos podemos acoger para decidir entre una u otra.
Gracias a ello podemos optar a mejoras económicas que saneen la empresa como pueden ser: el pago de menos impuestos, el acceso a ayudas y subvenciones que se ofrecen a determinadas formas, acceso a financiación, etc.
Paso 9: ¿A quién le vamos a vender nuestro producto o servicio?
Nuestro futuro como empresa está en nuestros clientes. Por esa razón tenemos que tener muy claro cuales son las personas o entidades a las que va dirigida nuestra actividad para poder saber qué es lo que realmente necesitan o qué es lo que pueden necesitar.A este respecto es conveniente segmentar el mercado. La segmentación consiste en agrupar a los clientes en conjuntos con características diferenciadoras importantes entre unos y otros. Los conjuntos se pueden hacer en función de variables objetivas (criterios geográficos, sociológicos, demográficos, etc.) o de variables subjetivas (calidad de vida, comportamiento, estilo de vida, etc.).
Paso 10: ¿Cuánto vamos a invertir en negocio y qué resultados vamos a obtener de él?
Este es uno de los puntos que más dudas ofrecen en la realización de cualquier plan de empresa.Se trata de saber cuánto nos va a costar el llevar a cabo el proyecto para así poder ver si necesitamos ayudas para la financiación del proyecto o si, por el contrario podemos con nuestros propios recursos empezar con el mismo.
En este punto hay que valorar necesidades como las siguientes:
- De activos materiales e inmateriales
- De recursos humanos
- De caja
- De formación, etc.
Otra tarea será la de estimar. Cuando hablamos de gastos o ingresos tenemos el problema de que no dependen exclusivamente de nosotros por lo que habrá que tener en cuenta un margen de error que seguro que se va a dar pero que habrá que estimar.
¿Qué os parecen los consejos para crear una empresa?
El diseño del producto
Un producto puede ser un bien o un servicio.Un bien es un conjunto de tangibles tales como el núcleo material, el envase, el etiquetado, etc., pero que también incluye elementos intangibles tales como el servicio al cliente, las garantías, la marca, etc.
Un bien se basa en los atributos que pueda tener.
Mientras que un servicio es un conjunto de intangibles tales como desempeños, esfuerzos, atenciones, etc., pero que también incluye elementos tangibles tales como, por ejemplo, en un restaurante: los alimentos, las bebidas, muebles, etc.
Un servicio se basa en la confiabilidad, calidad o calidez en la atención al cliente.
Aunque un servicio es un producto, usualmente se utiliza el término “productos y servicios” para hacer referencia a los “bienes y servicios”.
Para diseñar un nuevo producto, en primer lugar debemos investigar y analizar las necesidades, gustos, preferencias, deseos y características de los consumidores que conforman nuestro mercado objetivo.
Y, una vez que hemos recogido y analizado dicha información, pasamos a diseñar un producto que se encargue de satisfacer dichas necesidades, gustos, preferencias y deseos, y que aproveche dichas características.Pero también, teniendo en cuenta nuestra tecnología, nuestra experiencia, nuestra capacidad de producción y nuestra capacidad financiera.
Al momento de diseñar el producto, no sólo debemos tener en cuenta sus características físicas, sino también, los beneficios que les pueda bridar a los consumidores.
Debemos tener en cuenta que cuando un consumidor decide por adquirir un producto, no sólo busca lo material, sino también, los beneficios que éste le puede otorgar, los cuales pueden ser:
- Beneficios sensuales: sabor, atención, tipo de público, aspecto, ambiente.
. Beneficios psicológicos: comodidad, status (debido a la marca), sensación de bienestar, satisfacción.
Una vez que ya hemos diseñado y lanzado al mercado nuestro nuevo producto, no debemos quedarnos sólo ahí, debemos saber que el ciclo de vida del producto es cada vez más corto, por lo que siempre debemos innovar y sacar constantemente nuevos productos al mercado.Estos nuevos productos no necesariamente tienen que ser un producto totalmente nuevo, sino que al que ya tenemos, podemos agregarles nuevas mejoras, nuevas características, nuevas funciones, nuevas utilidades, nuevos atributos; por ejemplo, podemos lanzar nuestro antiguo producto, pero con un nuevo envase, una nueva etiqueta, un nuevo diseño, etc.
Podemos también sacar al mercado una nueva línea de producto, por ejemplo, si nuestros productos son los jeans para damas, podemos sacar al mercado una línea de zapatos para damas.
Podemos también introducir nuevas marcas, pudiendo por ejemplo, tener dos marcas para un mismo tipo de producto, cada una dedicada a un mercado diferente, por ejemplo, podemos tener nuestra marca de jeans para damas, y optar por sacar una nueva marca de jeans, por ejemplo, con un mayor acabado y con un mayor precio, dedicada a otro mercado; uno con mayor poder adquisitivo.
Y podemos también, incluir nuevos servicios al cliente, que les brinden a los clientes un mayor disfrute del producto, por ejemplo, podemos incluir la entrega a domicilio, nuevas garantías, nuevas facilidades de pago, mayor asesoría en la compra, etc.
Para esto debemos estar siempre atentos al mercado, siempre debemos estar atentos a las nuevas necesidades, a los nuevos gustos, las nuevas preferencias, nuevos deseos, nuevas modas, nuevas tendencias.
Siempre atentos, siempre adaptándonos, y siempre innovando.
Diseño de servicios
El diseño de servicios es la actividad de planificar y organizar: personas, infraestructura, comunicación y materiales que componen un servicio, para mejorar su calidad, la interacción entre el proveedor y las personas usuarias y la experiencia de las mismas. El diseño de servicios permite diseñar experiencias memorables para las personas usuarias creando nuevos vínculos entre los diferentes agentes del proceso potenciando sus capacidades de acción e interacción.El aumento del tamaño y la creciente importancia del sector servicios, tanto en número de gente empleada como en importancia económica, requiere que los servicios sean minuciosamente diseñados para que los proveedores de servicios sean competitivos y continuen atrayendo personas usuarias.
El diseño (o rediseño) de un servicio puede requerir por un lado la reorganización de las actividades que realizan los proveedores del servicio (back office) y por el otro el rediseño de las interfaces e interacciones que tienen las personas usuarias con el proveedor del servicio (front office: website, contacto personal, teléfono, blog, etc.)
El diseño de servicios se está usando cada día más, tanto en el sector privado como en el sector público para realizar una transformación de la experiencia del servicio acorde con los requerimientos de las personas usuarias.
El diseño de servicios se suele basar en el seguimiento cercano (shadowing) y el estudio empático de los usuarios para la mejor comprensión de sus usos y comportamientos con respecto a un servicio. Esta técnica es mucho más certera que las tradicionales encuestas a distancia porque: lo que la gente dice que hace no suele ser lo que realmente hace. Los conceptos e ideas generadas son capturadas en sketches y prototipados de servicio. De esta forma, aplicando herramientas y técnicas de diseño se pueden mejorar o crear los servicios.
Para ser empresario se necesitan ganas de hacer las cosas bien, buenas ideas y orden en la planeación | La idea de negocios debe ser innovadora. Debe solucionar una necesidad o mejorar la calidad de vida de sus clientes y consumidores. | Por eso es muy importante conocer a quienes se beneficiarán con la oferta. Saber dónde están, cuántos son y cada cuanto estarán interesados en adquirir los productos que usted va a ofrecer. |
| | El Plan de Negocios debe ser inscrito en |
Los asesores de | Las dudas e inquietudes sobre aspectos del Plan de Negocios pueden ser consultadas a los miembros de | Una vez completado el Plan de Negocios, el equipo de emprendedores lo debe presentar a |
Además, debe conocer sus motivaciones, qué los impulsa a actuar y cómo realizarán sus acciones de compra para determinar las acciones que harán que sus clientes encuentren y compren sus productos | La clave antes de empezar está en saber como piensan y sienten sus clientes | Cuando se está desarrollando el plan de negocios es necesario identificar la calidad de los competidores actuales y la de aquellos nuevos que surgirán cuando el mercado se haga atractivo para ellos |
A partir de esta información se pueden determinar el personal, los equipos y condiciones de operación que se necesitan para poder satisfacer la demanda | Si usted ya tiene estos aspectos identificados puede establecer sus presupuestos. Determinar qué capital se necesita para adquirir la tecnología y equipos, así como los insumos y el recurso humano con el que podrá poner en marcha su negocio | Ahora es el momento de comenzar su Plan de Negocios! Para identificar sus elementos, consulte www.fondoemprender.comy haga "click" en el vínculo Plan de Negocios |
15 MITOS DE LOS EMPRESARIOS
Mito 1. Los empresarios no analizan.
Mito 2. Los empresarios nacen, no se hacen.
Mito 3. El empresario clásico o puro.
Mito 4. Todo lo que se necesita es dinero.
Mito 5. El empresario es falto de preparación.
Mito 6. Los empresarios son los fracasados.
Mito 7. Todo lo que se necesita es suerte.
Mito 8. Con el primer negocio me enriquezco.
Mito 9. La mayoría de los negocios fallan rápidamente.
Mito 10. Solo los experimentados pueden ser empresarios.
Mito 11. La situación del país no permite crear empresas.
Mito 12. Para formar empresas hay que ser inventor o trabajar en tecnología avanzada.
Mito
Mito 14. El empleo es seguro, los negocios no lo son.
Mito
Definición
El proceso de creación de empresas y el ejercicio de la profesión empresarios son, una práctica que como la medicina o la ingeniería exigen conocimientos, habilidades, actitudes aptitudes y atributos, pero sobre todo trabajo para lograr la formación y el desarrollo que el proceso exige.
Igual que en cualquier otro campo de la acción humana existen una serie de mitos y concepciones erradas, que con gran frecuencia salen a relucir cuando se excusa de no tener la decisión o de no querer hacer el trabajo que el proceso empresarial exige o cuando se quiere desestimularlo o desprestigiarlo.
Mito 1. Los empresarios no analizan.
Esta concepción es muy generalizada e incluso, con gran frecuencia, los mismos empresarios plantean un desprecio por los métodos de análisis formal cuando dicen: “Yo para mis negocios, no hice nunca un estudio”. Esta posición de la idea de que el empresario es un loco, a quien le plantean o identifica una oportunidad y sin ningún raciocinio o consideración se lanza y se pone en riesgo, y peor aún, pretende ilustrar esta conducta como la que conduce al éxito.
La verdad es distinta, los empresarios exitosos por una largo período, no juegan a la ruleta rusa, no se arriesgan por corazonadas o por impulsos emocionales. Ellos analizan muy bien la oportunidad, la miran por todos lados, la evalúan con un software mental que ya tienen estructurado y que recibe datos por todos los sentidos; calculan cuidadosamente sus movimientos antes de actuar.
La verdad es que ese software mental y esa lectura sensorial de datos forman parte del desarrollo del empresario, en muchos casos logrado a tropezones, y casi siempre es muy particular para ciertos tipos de negocio en los cuales él tiene experiencia.
Es iluso pedirle a una persona que sólo va a hacer sus primeros intentos en el mundo empresarial que actúe de ese modo y, por tanto, es necesario darle un primer esquema de análisis que le permita iniciar su proceso de desarrollo.
Pero también es verdad que existen muchas personas que analizan y analizan y nunca toman la decisión de actuar. El fracaso de este esquema, en términos empresariales, no se debe a los análisis, obedece básicamente a la falta de algunos atributos empresariales.
El verdadero empresario, con análisis formales o informales, tiene la habilidad para pensar y evaluar la situación y actuar en el momento oportuno, bien sea para realizar el proyecto, si está convencido de que éste pueda salir adelante, o para rechazarlo, si cree que sus oportunidades son muy escasas.
Para el amante de este mito, una sugerencia: pregúntele a un empresario de verdad cuántas veces ha dicho no a una propuesta de negocio y cómo hizo para llegar a esa conclusión, y se dará cuenta fácilmente, de que sí efectúa análisis y muy profundos, tal vez no en el papel, pues no fue así como aprendió a analizar, tal vez no en la forma en que los académicos lo hacen, pero sí en forma consciente y racional.
Mito 2. Los empresarios nacen, no se hacen.
Esta frase ha sido repetida muchas veces pero no sólo para el caso de los empresarios, sino también para políticos, diplomáticos, artistas, gerentes, deportistas, etcétera, y en todos los casos se ha demostrado errada.
Existe evidencia clara de que muchos empresarios no tienen ancestro empresarial, entendido esto como hijos de padres empresarios, y muchos de los que no son empresarios provienen de padres empresarios.
El ser empresario implica unos atributos y unos conocimientos que son adquiridos y aprendidos. La verdad es que los empresarios se forjan mediante aprendizaje y experiencias educativas que combinan en proporciones diversas lo formal y no formal. Nadie va a negar que se requiere salud, energía, un poco de inteligencia, características biológicas necesarias pero no suficientes; tampoco se va anegar que se precisan conocimientos y habilidades que no se dan al nacer sino que se desarrollan en función del ambiente en que se viva: iniciativa, toma de decisiones, capacidad de riesgo, creatividad, etcétera.
Drucker indica cómo hace 40 o 50 años nadie pensaba que un gerente era formable, hoy, la mayoría de la gerencia proviene de las escuelas de administración de empresas. En el mundo moderno se producen artistas, deportistas, políticos, diplomáticos, y pueden producirse empresarios, como lo atestiguan muchos casos documentados, aun en comunidades deprimidas económica, social y educativamente.
Mito 3. El empresario clásico o puro.
Existe la creencia de que sólo es empresario quien cumple todos los requisitos que se puedan formular sobre los procesos empresariales o sobre las características empresariales, y esto lleva a posiciones ingenuas como aquella que afirma que quien no parte de una invención o de alta tecnología no es empresario. La verdad es que existen empresarios que cumplen todas las características del modelo ideal, pero también hay muchas excepciones. Lo que define a un empresario es su perspectiva empresarial, y por esos tanto el empresario rural como el de alta tecnología lo son, no por la tecnología o mercados que manejan, sino por su perspectiva empresarial.
Igualmente, no puede pensarse que sólo es empresario quien con frecuencia empieza una empresa, pues, parte de la función del empresario es el crecimiento y la supervivencia a largo plazo de la empresa.
Además, es importante entender que la perspectiva empresarial no depende del sector económico, de la tecnología que se maneje, de la finalidad o no del lucro o del tamaño de la egresa.
Este mito es tan fuerte que incluso hay empresas consultoras y universidades que antes de aceptar un participante en un curso de espíritu empresarial le hacen un chequeo de sus habilidades y conocimientos y si los tienen lo aceptan; de lo contrario lo rechazan. La verdad es que ese empresario que ya tenía todas las características no necesitaba ese entrenamiento, y que los indicadores de éxito de esas organizaciones son apenas obvios, pues so empiezan con empresarios es muy difícil terminar si éstos. La misión del proceso educativo es proveer y despertar las competencias necesarias para que una persona que no ha actuado como empresario, empiece a hacerlo.
Mito 4. Todo lo que se necesita es dinero.
Esta es la disculpa más frecuente de quienes no son empresarios para explicar su falta de creatividad, decisión e iniciativa. A veces en esta disculpa hasta el gobierno cae. Una de las habilidades empresariales, es identificar y conseguir recursos, y entre ellos recursos financieros. Otro aspecto suficientemente documentados en investigaciones a nivel mundial es que, en genera, la mayoría del dinero que se invierte para empezar una empresa proviene de ahorros personales, de los familiares y de los amigos. Incluso muchas veces la abundancia de dinero más que una ayuda es un perjuicio, pues no se valoran las decisiones y se cometen grandes desperdicios económicos.
En general, la falta de de dinero es más un síntoma que la causa del problema. Muchas veces la gente quiere que le den dinero para una idea general, o para una idea de negocio que no ha sido evaluada ni analizada y en la cual el presunto empresario no tiene experiencia, y claro en ninguna parte del mundo esta persona va a conseguir lo necesario. Igual ocurre con los problemas de garantías, en que todos queremos que las entidades financieras nos suelten dinero sin ningún respaldo; esto es imposible, pues éstas manejan recursos de otros y tienen el compromiso de responder por ellos.
Existen muchas formas de hacer un proyecto y la tarea del empresario es identificar la forma que es funcional para su nivel de recursos.
Mito 5. El empresario es falto de preparación.
Este concepto se escucha y hay evidencias como estas: “Si usted mira a los empresarios famosos de hay, que tal vez empezaron sus negocios en 1950, se da cuenta de que ellos no fueron a la universidad y tal vez ni siquiera al bachillerato”; y, claro, uno puede continuar y afirmar: “Si usted mira los empresarios de 1900, ellos no fueron ni siquiera a la escuela primaria”.
Indudablemente, esto es falaz, pues se olvida de las características de la población del país; en 1950 el porcentaje de ciudadanos latinoamericanos que terminaban bachillerato era mínimo, el número de empleos disponibles también era mínimo. Por tanto, lo normal era que los empresarios tuvieran como característica no haber ido a la universidad.
Las condiciones actuales en los países desarrollados son muy distintas; la mayoría de los empresarios de la década del 80 son personas con títulos universitarios, y esto de nuevo no es más que un fenómeno ambiental.
Cada día en Latinoamérica, más y más empresarios son personas con educación superior, pues
indudablemente esos conocimientos no pueden perjudicar el ejercicio empresarial. Es fácil también apreciar que los empresarios todos los días mejoran su calificación y tratan de remediar su falta de conocimientos.
Todos los programas de apoyo empresarial exitosos por la capacitación de los empresarios, pues esta es la única forma de mejorar su habilidad de gestión y elevar la probabilidad de supervivencia y crecimiento de la empresa.
El empresario no juega al avestruz, cuando él se mete en un negocio es porque o ha estudiado conoce los pros y los contras, sabe cuáles son los puntos débiles y tiñe una estrategia para resolverlos; es consciente de que cuando actúa no tiene todas las respuestas, pero no porque no las quiera tener, no porque rehuya el conocimiento o la información, sino porque no las puede conseguir.
El empresario del futuro tiene que ser un empresario educado, formal o informalmente, de lo contrario, sus posibilidades de éxito y/o crecimiento son nulas. Por otro lado, el empresario conoce su negocio detalladamente y sobre éste requiere conocimiento y formación.
Mito 6. Los empresarios son los fracasados.
En Latinoamérica existe una tendencia muy marcada a asociar factores de degradación con una persona de éxito, y esta pasa con los empresarios: despido del trabajo, bajo rendimiento académico, divorciados, revolucionarios, etcétera; pero no se acostumbra mirar los factores positivos o las razones por las cuales se dieron los factores negativos.
Una persona pudo haber sido un mal estudiante, porque estudió algo que no le gustaba, que le fue impuesto o que fue su única alternativa, pero un día encontró la forma de desarrollar su verdadero potencial y lo hizo.
¿Qué sentido tiene analizar que fue mal estudiante?
La gran mayoría de las personan empleadas son despedidas o renuncian a sus cargos más de una vez en su vida; ¿querrá esto decir que son malos o incapaces? No, la mayoría de las veces son conflictos de poder, o procesos de modificación organizacional, o discrepancias con el jefe, o simplemente insatisfacción con el trabajo.
Además ¿quién ha dicho que todos tenemos que ser buenos para todos ¿ Es perfectamente válido que uno sea muy bueno para empleado y muy malo para empresario o viceversa.
En cualquiera de los grupos de empresarios y de no empresarios se encuentran personas brillantes y mediocre en sus estudios académicos, habilidosos e incapaces en sus actividades sociales, casados y divorciados, estables e inestables, malgeniados y sosegados, etcétera.
Por otro lado, ¿qué es ser fracasado? ¿Acaso un empresario con una empresa con 20 empleados y con unas buenas utilidades es un fracasado? Obviamente que no, y es más, ese empresario puede ser más útil a la sociedad y más exitoso que la persona exitosa que se jubila sin haber generado un empleo extra y dependiendo solo de su pensión de vejez.
Mito 7. Todo lo que se necesita es suerte.
En este se escudan lo que no son empresarios, pues no entienden que hay personas que estuvieron en el lugar indicado en el momento apropiado y fueron capaces de captar la oportunidad que se les presentó. La suerte es la capacidad de ver apreciar las oportunidades, es el trabajo serio que se hace en búsqueda de algo, es aprovechar y maximizar las épocas buenas y minimizar el impacto de las épocas malas. La idea es crearnos la suerte y no esperar a que ella nos llegue, o sea; crear la empresa y no esperar a que alguien nos la traiga.
Es importante que es empresario tenga conciencia de que siempre habrá resultados no sujetos a su control, que él trabaja con información incompleta y que por tanto, hay riesgo; pero que esos riesgos se aminoran a medida que se prepare para enfrentarlos y no a medida que simplemente confíe en que la buena suerte lo protegerá.
Para estar en el lugar apropiado, en el momento oportuno y captar la oportunidad que circula ante nosotros, se necesita un proceso de análisis de factores; en resumen, se necesita espíritu empresarial y no suerte.
Mito 8. Con el primer negocio me enriquezco.
Con gran frecuencia las personas esperan identificar un negocio que en poco tiempo les resuelva sus problemas económicos, y rechazan mientras tanto ideas de negocios porque no muestran todo el potencial que ellos esperaban; la mayoría de las personan con esta idea mueren sin encontrar ese Dorado, y obviamente mueren frustrados.
Como se anotó, el proceso empresarial es un proceso continuado en el cual se establecen
permanentemente oportunidades de negocio y por lo cual lo importante es iniciar el camino, aunque de pronto las primeras acciones no sean tan rendidoras económicamente pues éstas tienen la importancia de dar aprendizaje y acceso a negocios cada vez mejores.
Este principio, denominado el principio del corredor, es que maravilla de algunos empresarios maduros, a quienes con gran frecuencia se ven en nuevos negocios, y los novatos le preguntan: ¿Cómo lo hacen? ¿De dónde sacan tantas ideas? La respuesta está en que cada negocio genera múltiples nuevas opciones, y eso le facilita a ese empresario su expansión.
El ser empresario requiere práctica, requiere un inicio y es muy probables que algunos de los intentos no sean exitosos. Muchos empresarios famosos han tenido varios fracasos y de ellos aprendieron nuevas técnicas y procedimientos que luego los hicieron exitosos.
Mito 9. La mayoría de los negocios fallan rápidamente.
Muchas personas no entran en el mundo empresarial por el temor a las fallas, pues se dice que la mayoría de los negocios fallan antes de los cinco años. Obviamente, con esta perspectiva nadie quiere meterse en esta aventura.
¿Cuál es la verdad? La realidad es que toda inversión tiene riesgos, y que actos 100% seguros no existen en el mundo. La verdad también es que en el proceso empresarial hay negocios que no son exitosos, igual que ocurre en el proceso de empleo en que no todo el mundo permanece y asciende.
Hay que definir muy bien qué son fallas empresariales y sobre todo si la falla fue productiva o no. En varias investigaciones se ha encontrado que muchos de los empresarios exitosos o, tuvieron fallas, pero que de éstas aprendieron lecciones útiles en sus actividades posteriores y constituyeron la base del éxito empresarial.
Sin embargo, es necesario revisar las estadísticas, pues parecería que muchos de los enunciados que se emiten no son comprobables, y muchos de éstos se basan en un concepto de falla que puede ser errado.
Por ejemplo ¿es una falla un cierre de un negocio por muerte o enfermedad o traslado o cansancio de un empresario? ¿Es falla una empresa que estaba en operación pero como su dueño encontró otra oportunidad usó los recursos de la anterior para la nueva organización? ¿Es una falla el cierre de una empresa que estaba orientada a resolver una necesidad humana que se prevé desaparecerá el año entrante?
Indudablemente hay una manera de no fallar: nunca intentar. Este principio también garantiza que nunca se logrará el éxito. Es mejor equivocarse por intentar que morir virgen empresarialmente.
Mito 10. Solo los experimentados pueden ser empresarios.
Muchas personas siguen creyendo que únicamente las personas con mucha experiencia y con mucha edad están en condiciones de ser empresarios, pues sólo ellos tienen los conocimientos y los recursos para producir eventos empresariales.
Existen múltiples evidencias en todo el mundo de que esto no es verdad y que muchísima gente joven, aun gente que nunca ha sido empleada, aun estudiantes de universidad o colegio, están creando empresas exitosas.
Si se observan los negocios de e-business y muchos de los negocios establecidos en los últimos años, sus empresarios son personas muy jóvenes. Bill Gates, famoso empresario de software testimonia: “Cuando tenía 19 años percibí un camino para mí futuro y basé mi carrera en esa percepción. Resultó que ella era un buen camino”.
Mito 11. La situación del país no permite crear empresas.
Con mucha frecuencia se plantea cómo la situación socio-económica, política, legal y , en general,
ambiental es muy difícil o poco favorable para el proceso empresarial.
Sin embargo, en Latinoamérica, con todos los problemas ya indicados, y a pesar de ese entorno
macroeconómico tan difícil de los últimos 40 años, se ha dado todo un proceso empresarial vibrante que en gran medida ha evitado el hundimiento total de la economía regional.
No es exagerado afirmar que la acción de empresarios, tanto en la economía formal como en la informal, ha impedido mayores disturbios sociales.
Esto indica claramente a que si bien sería ideal tener un entorno económico, político y asocial mejor, en el entorno en que toca vivir es viable lograr eventos empresariales, y que no puede esperarse a que el entorno cambie para crear empresas, pues el fenómeno es el contrario: sólo a medida que se creen empresas, trabajo y riqueza, mejorarán las condiciones ambientales para reforzar el proceso.
Lo importante es identificar aquellos mecanismos y circunstancias que limitan la actividad empresarial y que valdría la pena encontrarles una solución viable.
Mito 12. Para formar empresas hay que ser inventor o trabajar en tecnología avanzada.
Aunque muchas empresas ejemplares implicaron una invención o un trabajo en tecnología avanzada, la realidad es que una mínima parte de las empresas que se constituyen, aun en los países desarrollados, tienen como base estos elementos. La gran mayoría de las empresas nuevas se basan en tecnologías convencionales y conocidas.
Se requieren muchas empresas competitivas, que atiendan nuevas necesidades o mercados no atendidos, y si para ellos se necesita tecnología avanzada hay que conseguirla o desarrollarla y aquí la formación avanzada en ciencia y tecnología y el desarrollo de mecanismos de apoyo, como las incubadoras de base tecnológica, son fundamentales. Pero, igualmente, si las soluciones pueden darse con tecnologías tradicionales y/o con tecnologías apropiadas a los recursos disponibles, estas empresas no deben despreciarse; hay que apoyarlas.
Mito
Se oye con mucha frecuencia críticas a una persona porque no ejerce el oficio normal de su profesión, e incluso hay movimientos para formular leyes que impidan que alguien que no tiene un título, pueda ejercer un oficio.
Se llegó a pensar que la función del sistema educativo era producir personas para desempeñar oficios concretos, lo cual conduce a la súper especialización desde la secundaria, a enfatizar el cómo hacer cosas, a desechar las bases científicas y tecnológicas por considerarlas no prácticas, etcétera.
Por otro lado, el éxito profesional se mide por el cargo que la persona ocupa y el tamaño de la empresa a la cual está vinculado el profesional, sin tener en cuenta otros valores importantes en la vida profesional.
Hay que entender que las profesiones son un medio de desarrollo personal y no un fin en sí mismo, y por tanto, lo importante no es el ejercicio de una profesión u otra, sino la contribución que al desarrollo económico y social brinda el profesional.
Es perfectamente válido, incluso deseable, que esa contribución se haga en una actividad que genere trabajo, riqueza y valor agregado.
La realidad es que un empresario exitoso tiene más estatus profesional que un empleado de nivel
intermedio.
Mito 14. El empleo es seguro, los negocios no lo son.
Este mito se ha arraigado a tal punto que los profesionales viven asustados por el fantasma de la pérdida del empleo. Lo cual los obliga a no tener posiciones ideológicas o conceptuales firmes, sino a ceder en sus principios como una manera de sobrevivir organizacionalmente. Este mito le indica al profesional que no debe correr riesgos y que en ese sentido debe buscar algo estable y de por vida.
Los últimos años, tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo, adquirir un empleo no es garantía de poder conservarlo de por vida, pues las organizaciones con gran frecuencia toman decisiones de despido de personal, y en ese momento las personas quedan cesantes y sin organización para jubilarse, no encuentran en sus pensiones de jubilación, normalmente el capital del empleado, unos ingresos que le den seguridad en su vejez.
Realmente existen riesgos tanto en el empleo como en las empresas. A corto plazo es más arriesgado el mundo empresarial; a largo plazo es más arriesgado el empleo. Por tanto, este mito hay que cuantificarlo adecuadamente y no darlo por válido sin analizar las consecuencias.
La noción de dependencia lleva a creer que las profesiones son para ocupar cargos o empleos. Se las ha mirado siempre con una óptica muy estrecha, pues toda persona, y mas el profesional, tiene la posibilidad de múltiples caminos de acción, y de identificar entre ellos el que más le satisfaga.
Toda profesión tiene la opción de ser creadora de empresas, y al diseñar los perfiles de los egresados debe tenerse en cuenta este concepto básico de formación. Como se anotó: hay que formar a la gente para el trabajo creativo bien sea en una organización propia o en una organización para la cual se emplee, y no sólo para empleos burocráticos.
Toda profesión tiene la opción de ser creadora de empresas, y al diseñar los perfiles de los egresados debe tenerse en cuenta este concepto básico de formación. Como se anotó: hay que formar a la gente para el trabajo creativo bien sea en una organización propia o en una organización para la cual se emplee, y no sólo para empleos burocráticos.
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